Por Leo Hernández crítico de TV
El doctor Gregory House, interpretado por un Hugh Laure en su mejor momento, nos ha hecho conmocionar con una actitud arrogante y despiadadamente honesta sobre el difícil arte del diagnostico. A lo largo de 5 temporadas el melodrama médico con fuertes dosis de humor negro, fue una formula exitosa para una serie de televisión que estaba compitiendo con ideas tan prepositivas como 24, Lost, Heroes, la eterna saga de Smallville, y una cursi Greys Anatomy, en la television gringa.
En México llego hace algunos años, transmitiéndose con un genial doblaje en canal 5 y en Universal Channel para televisión de paga, convirtiéndose rápidamente en un icono de la cultura popular. El sarcástico pero genial Dr. House, quien ejerce el cargo de jefe de diagnostico del imaginario hospital Princeton, es un antihéroe mordaz, con una inteligencia aguda, sagaz, y un retorcido humor que se vale de métodos poco ortodoxos para desentrañar los misteriosos casos médicos que se le presentan. Para él, los pacientes no son importantes sino las enfermedades, por ello nunca, o mas bien casi nunca se molesta en conocerlos, para ello cuenta con un equipo de prestigiosos médicos que se encargan del trabajo “sucio” de trata con los pacientes. Adicto al Vicodin, droga para el dolor de su maltrecha pierna, producto de una necrosis(muerte) muscular, y adicto también a las prostitutas y a resolver acertijos, el Dr. House desenmaraña en cada capitulo, enfermedades y padecimientos extraños al mismo tiempo que se desarrolla el drama de su vida y de quienes lo rodean, incluyendo a la Dra. Lisa Cuddy, su jefa inmediata con quien tiene una fuerte atracción sexual, en las últimas temporadas.
Bajo al consigna de que “Todo el mundo Miente” y más los pacientes el simpático galeno, nos conquistó, ya que era admirable, sexy y tenia esa ternura de un ser autodestructivo que rechazaba a todo aquel que se le acercara. Ésa misma formula sirvió para 4 temporadas, donde vimos, los estragos de la relación con su ex, como un equipo se va y otro se forma, el accidente que produce el distanciamiento con su mejor amigo, y su reconciliación, y como su adicción a las drogas lo transforma en un ser miserable. Al final de la quinta temporada lo vimos entrar en un hospital psiquiátrico. Pero, al iniciar la sexta…¿Qué seguía?
Ahora en esta temporada, con Hugh Laurie como productor ejecutivo(eso quiere decir que pone gran parte del capital) nos muestran aun DR House totalmente diferente, ahora él como paciente psiquiátrico para superar su adición las drogas y para sanar su condición emocional. Ahora vemos aun Dr. destruido, parcialmente lucido, haciendo evidente sus sentimientos de miseria y soledad y toda la sexta temporada gira en torno aun House muy diferente intentando desesperadamente reencontrarse con los demás, con amigos, familia y con Cuddy, a quien siempre ha amado, al grado de dañarla considerablemente. El final de la temporada es simplemente impresionante. Cuddy se va a casar con uno de los amigos de House, y el episodio que transcurre al aire libre(el primero hecho así) gira en torno a un dr. empeñado en salvarle la pierna a una de las victimas de un derrumbe; éste es el episodio donde se ve aun House mas humano, y es enternecedor como nuestro poderoso doctor, se ve así mismo atrapado en lo que fue y en lo que será, sin arruinarles el final, solo les digo que los últimos 5 minutos son alucinantes, porque pueden dar un giro tremendo en la próxima temporada que (promete) ser la última, pues Los ejecutivos, incluyendo al director Brian Singer(X-men, 1 y 2) quienes han dicho que no quieren que la exitosa House MD se vuelva una serie con formulas repetitivas como ER, Lost (cuyo final merece articulo aparte), y 24. Así pues, el ultimo episodio de esta serie puede resultar el mejor de la temporada, pero si acabará aquí la historia de nuestro médico favorito, sería un final en Fade out, para una historia llena de estrépitos que ha cautivado incluso a quienes no nos gustan los dramas médicos.
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